55 Años de Profesión

ULTIMO TRAMO
Ha sido un largo recorrido, lleno de maravillosas experiencias.
No dejemos que se pierdan en el camino.
Este Blog invita a cada uno de los compañeros de la Generación 1967 a contar su historia y compartirla con el resto.

29 agosto 2019

Afrentas al Ego (Injuria Narcisista) y Auto-reconocimiento por Jaime Paredes

Comentando en mi entrega de mayo, Miguel sugirió “Aprovechando este medio ‘online’, y el entusiasmo de Cesar, sería interesante un relato autobiográfico de los artistas, centrado en su afición extra medicina.”
Debo confesar, que no tengo nada de artista, mis dibujos me los hacían mis compañeros a cambio de ayuda en otras materias. En cuanto a música, desde la primera preparatoria, nuestra escuela tenía un coro mixto con un colegio de monjas.  Mis amigos me contaban de sus coqueterías precoces, y de los maravillosos pasteles que comían en las practicas semanales.  Con eso en mente, al comienzo de cada año yo probaba para ser miembro del coro.   Cada vez, el hermano director me tocaba el “la” y, sin mayores explicaciones, me pedía que volviera. A la tercera vez, me quedo claro el mensaje y no volví.  Así es que, con esta salvedad, quiero tomar este desafío y tratar.
Aquí va:

Afrentas al Ego (Injuria Narcisista) y Auto-reconocimiento

Re-conocer tiene varias acepciones:
-Identificar algo o alguien del pasado ya visto o conocido
-Dar o recibir honores
-Auto-reconocimiento. Establecer internamente el sentido de sí mismo, a veces como una revelación, el bienestar y habilidad de funcionar plenamente. Alabanzas cuentan solo si son válidas para el yo. El ego adulto es resultado de afecciones y criticas en su desarrollo personal (de padres, familiares, amistades, profesores, y cultura circundante), pero no nos centraremos aquí en este desarrollo.
El ego es sinónimo del yo, pero lo usamos más como desaprobación, i.e. tener un gran ego, ególatra. Esta última acepción se imbrica a otras como orgulloso, arrogante, vanidoso, y narcisista. Están en el extremo de alta auto-estima. Sin embargo, i.e. alguien sin orgullo es visto negativamente. Debemos tener al menos un mínimo de este defecto. Nos serviremos del término narcisista ya que es el concepto técnico usado en mi campo, pero también mas comúnmente usado por  todos.

El concepto de Narcicismo se remonta al mito griego de Narciso, quien ad-miraba su imagen reflejada en el agua. Para Freud Narcisismo es un estado normal en el desarrollo infantil – omnipotencia – y es recurrente en la adolescencia y aun después, en condiciones similares, i.e. cuando el retoño prodigo vuelva al hogar. Un chileno, Otto Kernberg, que estudió e hizo su residencia en nuestra Facultad (con Matte Blanco), publicó su primer libro “Personalidad Limítrofe y Narcisismo Patológico,” en 1975. El hizo muy popular este concepto hasta el punto que muchos con una mezcla de vergüenza e ironía, reconocíamos tener rasgos narcisistas.

Estos rasgos narcisistas son universales: elevado orgullo y autoestima, y conducta vanidosa, y pueden ser ocasionalmente útiles para sobrevivir.  En mi situación, por ejemplo, al estar en Toronto, lidiando con idioma y cultura ajenas, me absorbí en mí mismo al extremo de la ingratitud. Un chileno, profesor de estética, me consiguió casa y comida gratis, además de contactos y consejos indispensables. Sin embargo, nunca hice tiempo para retribuirle asistiendo a sus exposiciones de pintura a las que me invito muchas veces. Simplemente, no tenía ganas de ir… De todas las culpas acumuladas, esta es la que más me remuerde.
Narcisismo patológico es una exageración, en un continuum de narcisismo normal, que llega a perturbar el funcionamiento individual, social y laboral. Podemos considerar un poco narcisista al adolescente que se mira al espejo más de la cuenta, más allá de arreglarse el pelo, la vestimenta, etc. Esto que es bastante corriente y trivial, deja de serlo, si esta persona exclama con convencimiento cada vez: “me pase para ser bonita(o).” Este quedarse en la superficie – como me veo y como me ven – es un elemento central que subyace la fragilidad del yo. Esta fragilidad esta presente en todas las personalidades anormales:
-Paranoide, limítrofe, histriónica, y dependiente. Ya sea interpretan la conducta de otros como persecutoria o su animo es muy inestable en respuesta a los que le rodean.
-Schizoid y schizotypal, en que hay un apagamiento del yo como defensa blindada.
-OCD, que se exhausta por su inseguridad y la lucha perenne y fútil contra obsesiones y compulsiones.
-Psicópata, quien compensa su fragilidad como el narcisista, pero en una misión de tomar ventajas de todos los demás. Cuando se combina con rasgos narcisista extremos, tenemos la personalidad narcisista “maligna.”

Como toda clasificación, esta es artificial, y la gran mayoría tenemos una mezcla de todas ellas. Un compañero durante el curso de psiquiatría me impresionó con un comentario muy certero, “La personalidad normal es la combinación feliz de todas las anormales.” Una personalidad “normal” debe ser flexible y utilizar rasgos potencialmente patológicos para lograr sus fines frente a ciertas situaciones. Nos ponemos obsesivo-compulsivos, muy perfeccionista, si queremos obtener puntajes suficientemente altos que nos permitan entrar a la universidad de elección. Pero si exageramos, se nos pasa el plazo de entrega, y en vez de un 6 o 7, nos sacamos un uno. Igualmente, podemos exagerar la parte histriónica, para darle color a las presentaciones, de modo tal que la audiencia no se queda dormida. Asimismo, una postura narcisista – de alta confianza en uno mismo – en profesionales en general, y en médicos en particular, suele ayudar al éxito (al menos en casos leves, como placebo). Por otra parte, también enfrentando un psicópata es mejor ser frio y algo paranoico para descubrir sus manipulaciones y contrarrestarlas. En suma, una personalidad normal es dinámica, cambiando sus rasgos, en intensidad y duración dentro de ciertos límites: “nada demasiado o por mucho tiempo”.

Lo patognomónico del narcisismo patológico, es el conducirse como teniendo derechos únicos – ser admirado incondicionalmente – consistente con la sobrevaloración de si mismo y al ver a otros como inferiores: esta justificado manipularlos, e incluso inculparlos del narcisista propios errores. Esto conlleva la falta de empatía, que constituye un obstáculo para crear y sobre todo mantener relaciones laborales y sociales, especialmente intimas. Este rasgo de tener derechos que otros no tienen se manifiesta casi normalmente cuando se le responde al narcisista: “¿Y cómo tú?”, es decir, ¿Como es posible que me critiques si tu lo haces aun peor? Otra manifestación, casi normal por su frecuencia, es el narcisismo de las pequeñas diferencias, por ejemplo, perdona, seré fanático del futbol pero de la Chile, no del Colo Colo.

A continuación, introduciré el concepto de injuria narcisista a través de instancias autobiográficas. Dada nuestra inmersión en el estudio, sobre todo en los primeros años, nuestro mercado romántico se limitaba a Medicina, Enfermería, Tecnología Médica, y ocasionalmente Dentística y Química-Farmacia, cuando asistían a clases con nuestros docentes. Cuando tenía 18 años, cursando segundo, comencé a pololear con una estudiante de Tecnología Médica. Ella era hija de alemanes, que llegaron al final de segunda guerra. Era tan bonita que Tito Abarca   me felicito efusivamente. Esta congratulación tenia mucho peso. Tito era maduro comparado con la mayoría de nosotros. Con su presencia y intensidad, consiguió andar con una estudiante de medicina del curso superior, hermosa y encantadora (6.5 de 7 – Mónica A.). No es de extrañar que Tito se haya graduado con un 7: nuestra Carmen. El pololear con esta alemancita constituyo una fuente importante de auto-reconocimiento. Esta fue respaldada y potenciada por mi amigo y “mentor” así como por mi madre quien dijo, “no sabía que tenía un hijo tan gracioso,” implicando en la mirada su intuición de los cambios químicos concomitantes del estar enamorado. Fue mi primera vez. Por ejemplo, me acuerdo de un picnic con otra pareja durante el cual le tire un hueso a un perro circundante, y a continuación, espontáneamente, le lance mi servilleta de papel usada.

 Dos meses pasaron, felices, cuando ella me invitó a Vina para conocer sus padres, para mí era “pan comido” especialmente con las mamas, que me querían adoptar de inmediato en la familia. Yo sentía que me tomaban como un potencial seguro de vida –l temor a la muerte es una fuente importante de nuestro prestigio. Bueno, llegue a su casa, no recuerdo que me hayan dado la mano, ¡pero sí que! siguieron hablando en alemán!  Así que por esa razón me fi de vuelta a los diez minutos.  Mi “dulce venganza” fue encontrármela en la calle un par de años después de la mano de un rubio chico con pinta de nada: ella mi miró primero, después a su pareja, e hizo un gesto con el hombro, como diciendo, así es la vida. Esta experiencia negativa fue una     injuria narcisista y la primera discriminación racista que experimente. Esta injuria en Vina cayó sobre un narcisismo triplicado por los tres re-conocimientos: de mi amigo, mi madre y mi mismo. El cambio “químico” se esfumo inmediatamente. De paso quiero añadir que este cambio recurrió un par de veces en la vertiente romántica: imprevisto, repentino, a menudo involuntario y sobre todo accidental – en mas de un sentido.

Este cambio hacia la hipomanía puede ocurrir en otros campos. Por ejemplo, al mes de empezar Filosofía, el curso fue en un bus contratado a un picnic en el Quisco. El chofer me odió porque tuvo que parar varias veces para que mis compañeros pudieran evacuar. Me convertí en un comediante, pretendiendo a   una compañera que, si me aceptaba como marido, yo le prometía una vida llena de aventuras bizarras. Desde los diez años, había soñado con estudiar filosofía, lo mismo modo que otros quieren jugar en un equipo profesional o participar en una orquestra o en un coro. Otra instancia de “hipomanía”, “certificada” por mi mejor amigo en Vancouver, también psiquiatría de un año superior en la Chile. Esto ocurrió cuando me cambiaron la quimioterapia por otra sin los efectos colaterales que me mantenían preso en la casa.

Otros ejemplos de injuria narcisista se relacionan con mis estudios. Me crie en un barrio bravo, y antes que llegara la televisión. Haciendo virtud de la necesidad, dedique mucho tiempo a matemáticas y filosofía. Solo salía de mi casa a jugar a la pelota con los amigos a los solares vecinos. Desarrollé enorme rapidez para resolver ecuaciones lo que maravillaban a mis compañeros y a algunos docentes. Mis compañeros me estimulaban el ego adolescente, empujándome a humillar en la pizarra a profesores déspotas que cometían errores o eran muy lentos. Mi destino estuvo sellado como ingeniero, hasta el quinto de humanidades, cuando las matemáticas de verdad empezaban; geometría de sólidos, trigonometría, precálculo. Me di cuenta entonces que mi destreza era solo el producto de una practica mecanizada, sin talento: una calculadora o regla de cálculo hacen lo mismo mejor y más rápido. Este fue el “primer pinche al globo matemático”. Traté de nuevo años después, cuando gané una beca mixta, y decidimos con otro becado, tomar cursos de matemáticas en la recién inaugurada Facultad de Ciencias. En la primera clase, el tema era la teoría de los números, el profesor demostró que uno más uno igualaba dos. No pude seguir la demonstración, pero dos mateos, de alrededor de 15 años, sugirieron vías más cortas para probar el teorema. Como no creo en el masoquismo, me retiré muy pronto. Este fue el “pinche final al globo matemático.” Mi amigo, que había tenido un pésimo profesor de matemáticas por dos años en el Instituto, se las arregló con su típica determinación para terminar el semestre. Mi hijo mayor también tuvo la misma suerte en un colegio privado y caro. Un exalumno, sin título, le desarticuló la ordenada secuencia del edificio que este ramo, a diferencia por ejemplo de geografía, necesita para no flaquear -en todas partes, se cuecen habas, política, favoritismo, etc.

De paso, mi concepto de evidencia sufrió lo suficiente como para, por ejemplo, sentir pena por los pobres acusados, que en Corte tienen que enfrentar “evidencias” en un campo mucho mas complejo, con consecuencias vitales, i.e. cárcel. No me arrepiento en absoluto del tiempo gastado en matemáticas. Todo lo contrario, estímulo a los jóvenes a desarrollar la capacidad matemática. No debemos asombrarnos que ingenieros estén a la cabeza de muchas compañías cuya materia no es ingeniería. No es la información, sino su enfoque amplio y flexible, que le permite resolver diferentes tipos de problemas. Pero aún más importante, es que las matemáticas nos presentan desafíos difíciles, los que una vez superados, nos hace re-conocernos como mucho mejores. Por ejemplo, el problema, de encontrar el lugar y tiempo en que se cruzan dos trenes que salen a horas y velocidades diferentes. Después de muchos días de ensayo y error, le apunté a la ecuación, que, una vez encontrada, lo demás es trivial, como dicen los matemáticos.

Quiero terminar mis ejemplos con filosofía. En el liceo, descollé en este ramo, pero ya en segundo de universidad, me desengañé de mis supuestas habilidades al codearme con profesores y alumnos con real penetración versus mi información acumulada desde los diez años. “Otro pinche, esta vez al globo filosófico”. Esto me recuerda de un cuento ruso, en el que un joven violinista se creía la muerte, hasta que otro joven vino a tocar a su ciudad. Tampoco me arrepiento del tiempo que he ocupado en filosofía, especialmente del aprender a gozar de conocimientos apenas vislumbrados. A fin de cuentas, toda comprensión, es materia de grado.

Injuria narcisista es una crisis existencial y coma toda crisis, tiene doble filo.  Si se asume es una oportunidad de crecimiento, reconociendo nuestros limites, enfocándose en otros proyectos con mejor futuro y/o reírse un poco de las ilusorias expectaciones negadas. Pero si no se asume, nos deja con un sentimiento de enorme frustración frente a lo “inmerecido” que lleva a reiterados deseos de venganza, o de culpar a otros de envidia, lo que finalmente resultan en explosión de rabia, o hundimiento depresivo. El caso más extremo que conozco es el de un estudiante brillante, lejos siempre el mejor de su clase, que se suicidó el mismo día de graduación con un PhD en Harvard. Pareciera que tenía también rasgos compulsivos de terminar lo empezado. El dolor ocasionado por la injuria narcisista es mayor si el estado inicial del ego esta inflado por éxitos previos. La caída es más dramática cuando hay vanidad acumulada incluyendo, como es frecuente, el concomitante químico arriba indicado.

Respuestas narcisistas, correlacionadas generalmente con rasgos narcisistas subyacentes, se presentan en un continuum de normal a patológico. El lugar en este gradiente depende de la intensidad, duración y pertinencia a la situación en que ocurre. La proporcionalidad entre estimulo, situación estresante, y respuesta, puede dar una clave diagnostica.  Por ejemplo, una pequeña frustración en una situación trivial que produce una reacción excesiva, sugiere rasgos narcisistas patológicos. Ahora, una golondrina, rara vez hace verano. La personalidad narcisista patológica se estructura con patrones generalizados y enraizados, sin flexibilidad, que perturban su vida laboral y personal.

En suma, injurias narcisistas conducen normalmente a una visión más realista y de crecimiento personal, pero las personalidades narcisistas y otras que tienen rasgos narcisistas pronunciados concomitantes, no tienen acceso a re-conocimiento y están condenadas a la incesante repetición de respuestas sin salida. Como dijo el gran filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “Aquello que no nos mata nos hace más fuertes”.


paredesp403@gmail.com


Mensaje del Delegado del Curso

Compañeros: dandole un pensamiento a la extraordinaria creación de un sitio propio de nuestro curso en la web, fruto de la inquietud y destrezas  cibernéticas de Cesar, de no saber "Que fue de...", tan  queridos camaradas  con los cuales  compartimos inolvidables momentos - buenos y malos- por casi 8 años.

El punto que me preocupa son las pocas visitas al espacio y los escasos comentarios que se hacen por un grupo numeroso de compañeros  que, obviamente no se manejan en el ciber espacio ni menos a través de las redes sociales, que han copado gran parte del  tiempo de las conversaciones y actividades grupales. 

Al respecto y, tomando la idea de Jaime Paredes, propongo la creación de un foro mas participativo, siguiendo el pensamiento que encabeza el "Blog", que podríamos denominarlo;   "Medicina U. Chile 1960-67, Ultimo tramo."

Alumno M.Gasic 

06 agosto 2019

Reporte de Gilberto Aboukalil Handal

De: Handal, Gilbert
Enviado: sábado, 3 de agosto de 2019 18:23
Asunto: reportando

Apreciado Alfredo:
Mi encuentro con Bruno Silva en Puerto Montt fue magnifico, mi impresión es que probablemente asista al Congreso de Pediatría en Puerto Varas y que vaya a la reunión de los 55 anos.
El resto de mi viaje resulto también extraordinario
Como te explique el propósito central fueron tres actividades:
1.       El Desarrollo de un congreso nacional  (con invitados de nuestros colegas en Latino América) eso me llevo la primera semana en Santiago en done tuve reuniones con varias agencias que trabajan con estos pacientes y especialmente con la Dra. Macarena Lizama de la U. Católica, como resultado de todos estos encuentros logramos en mi regreso a Santiago tener una reunión con la gran parte de las agencias y ya la organización del Congreso está en Marcha con la formación de tres sub-comités, se fijó la fecha para Octubre del 2020  y los tres subgrupos tendrán un reporte inicial el 20 de este mes cuando tendrá lugar la segunda reunión del grupo. Me encuentro bastante optimista al respecto y lo más probable es que no incluyamos la teletón pues he escuchado de muchas personas bastantes quejas de su comportamiento extremadamente posesivo y egocéntrico!  
2.       El desarrollo de acuerdos entre Universidades (Texas Tech HSC en El Paso y la Universidad de Chile y la Universidad Austral están en marcha y me siento también muy positivo que estos acuerdos de intercambio  de investigadores y post graduados va a funcionar como así mismo la rotación de los sub-internos nuestros por la Patagonia para tener por un mes una experiencia mixta , clínica y comunitaria, tuve muy buenas reuniones y dar una conferencia en la Universidad Austral, una en el Hospital de Coyhaique y una en el Hospital Arriaran. Yo espero que si todo anda bien el acuerdo este firmado en un ano p[ara empezar la rotación con los estudiantes que están ahora en tercer año. Julia Gonzalez me acompaño en muchas de estas actividades ya que va a ser la coordinadora de las rotaciones de los estudiantes y dar sugerencias para completar el currículo y la evaluación como así mismo la supervisión de la productividad de investigación de estos estudiantes.
En total estuve casi tres semanas en Chile entre Santiago, Valdivia y Coyhaique, en cada uno de estos lugares tuve además reuniones con las personas que están interesadas en el Sindroma de Down y el interés va in crescendo!
Una de las maneras que el grupo podría ayudar más adelante es la promoción y diseminación de posters e información y si alguien se interesa en trabajar directamente con el comité organizador, simplemente que se pongan en contacto conmigo.
Fue un gusto juntarnos con algunos de los colegas el primer Domingo que estuve en Santiago!! Por supuesto te echamos de menos.
Un abrazo
Te mantendré informado como vamos, ya mañana tengo una reunión con el Provost (es como el Rector encargado de estos aspectos) de nuestra Universidad  
Gil Handal