55 Años de Profesión

ULTIMO TRAMO
Ha sido un largo recorrido, lleno de maravillosas experiencias.
No dejemos que se pierdan en el camino.
Este Blog invita a cada uno de los compañeros de la Generación 1967 a contar su historia y compartirla con el resto.

26 agosto 2018

Recuerdos de Fernando Guijon Blanco


Ricardo Madrid:

Me enteré de la  triste noticia del fallecimiento de mi  querido amigo en un crucero por el rio Rhin  junto  a mis dos hijas días atrás. Solo ahora puedo hacer recuerdos de lo que fue  nuestra amistad.   Empezó cuando entré al Instituto Nacional a tercer año de Humanidades . Juntos sobrevivimos terrores docentes como el perro  Guzman de física, el inspector “Führer” Poblete, el negro de química cuyo  nombre se  me escapa  y el increíble caso del profe de historia  Clavería
Fernando, como todos sabían, era comunista pero de los buenos y pragmático hasta decir basta. No era fanático del partido como otros y aunque nunca lo discutimos, yo creo que abrazó la causa en honor a sus padres que o sufrieron directamente la tiranía de Franco o a través de otros miembros de la familia. Después del bachillerato y cuando publicaron la lista de admisión a la Escuela de Medicina no aparecíamos ninguno de los del Nacional. Después de sopesar la situación por un instante a Fernando se le ocurrió que tenia que haber un error porque R. Guiloff tampoco aparecía en la lista. Y justo entonces nos dimos cuenta que habían dos paginas y en la segunda estábamos todos!
La casa de los Guijon Blanco fue como un segundo hogar para mi y para los otros del grupo de estudio que incluía a Abusleme, al pato Vera y a Humberto Abarca. Nos habíamos agrupado para enfrentar los mas competitivos  y cortapescuezos 24 meses de nuestra carrera. Acuérdense no mas de lo que pasaba cuando olvidábamos traer el delantal blanco a los pasos prácticos de Química.
Al empezar el segundo año, tuve el honor, gracias a Fernando, de asistir a unas clases "particulares" con el Profesor Fernandez de Histología, ya retirado en esos tiempos. Sus lecciones teóricas y practicas, fueron decisivas para mi en mi subespecialización en Neuropatología durante mi residencia en Neurología en el hospital Salvador. Y para el gordo también pues adoptó la citología como subespecialidad en su carrera de Ginecología.  
Nos tocaron cátedras distintas en el tercer año después del sorteo que yo como delegado de curso presidí al final del segundo. Al gordo le toco el San Juan y a mi el JJ Aguirre. En el Aguirre estuve a punto de quedarme repitiendo en Cirugía gracias a la discriminación política de esos tiempos. Me salvó la intervención de Fernando que habló en mi favor con el titular de Traumatología, el Dr. Croquevielle.
La vida nos llevo por caminos distintos pero de algún modo nos mantuvimos en contacto. Cuando ocurrió el golpe, Fernando se refugió en Louisiana, USA por unos meses para saltar definitivamente a Winnipeg, Canada donde continuó exitosamente en su especialidad. Al tiempo de su retiro se traslado a Vancouver donde estuvo cerca de Jaime Paredes, el portador de la triste noticia de su fallecimiento. Discrepo un poco con la versión de Jaime que todo estaba bien. Ya en el 2017 Fernando decidió no asistir a la celebración del cincuentenario de nuestro curso de Medicina por un email que me mando' lo que contrastaba con las previas celebraciones a las que siempre asistió. Lamenté también no haberlo visto en Abril 2017 cuando viajé a Vancouver para asistir al congreso anual de la Academia de Neurología; me explicó que en esa fecha se embarcaban en un crucero por el Pacifico. Te vamos a echar mucho de menos, querido amigo y te recordaremos hasta el final. RM

Felipe Cabello:

Respecto de Fernando Guijón B, al igual que de Livio Casorzo S, tampoco puedo decir que fuera amigo de él, sin embargo, lo rememoro con gran afecto, especialmente por su bonhomía, buen humor y generosidad. Recuerdo, por ejemplo, como en contadas ocasiones fui testigo casual de que al tratar de pedirle a sus compañeros de partido que asistieran a las reuniones y que pagaran sus cuotas, intentaba adquirir un cierto aire de reproche y de severidad, que en mi opinión le era totalmente ajeno dado su bondad, y siempre me imagine que probablemente fracasaba en su objetivo, ya que presencie la misma situación repetidamente.  
Tuve un encuentro muy agradable con Fernando, probablemente el año 1989. en Ottawa, Canadá. Yo trabajaba en un laboratorio del gobierno canadiense y un amigo de otro laboratorio que era virólogo me dijo un día, mañana viene de Winnipeg uno de los expertos más respetados en Canadá, en citología cérvico uterina, en virus papiloma y en prevención del cáncer cérvico uterino y es de Chile. Le pregunté como se llamaba y me dijo Fernando Guijón y yo le dije al amigo, fue compañero mío; y al otro día me lo llevo a mí oficina y recuerdo que conversamos dos días seguidos por mas de dos horas cada vez, y creo tal vez comimos juntos una noche. Recuerdo de esas conversaciones, su gran conocimiento sobre virología y sus métodos moleculares que me impresionaron, ya que de virología estudiamos poco y nada en la escuela y era indudable que él había aprendido todo eso durante su práctica de ginecología y lo sabia aplicar muy bien a la clínica, lo cual hablaba excelentemente de su interés científico y clínico, reflejado muy bien en sus varias publicaciones al respecto.  La otra cosa que recuerdo fue que me conto riéndose, de sus increíbles aventuras en los EE. UU. después que salió de Chile el año 1973, ya que fue hostilizado e importunado por su pasado político, lo que lo obligo rápidamente después de algunos meses emigrar a Canadá con gran alivio de él y de su familia. Es indudable que, dado su trayectoria médica y su vida, lo que Chile y EE. UU. perdieron lo gano Canadá. Un placer y un orgullo haberlo conocido y que fuera estudiante de nuestra escuela y curso. FC


Luis F. Vera Sobrino 




Un comentario acerca del "Guatón" Guijón. En la escuela no fuimos amigos pero siempre lo encontré simpático y comunicativo. A pesar del dicho "Trumpista" -Comunista bueno es el comunista muerto- aquí se equivocó con el gordo..Era SUPER BUENO! Lo conocí mas fraternalmente en Washington, cuando venía a conferencias de colposcopía, incluso alojándose en mi casa, charlamos por horas de sus experiencias atendiendo para el Gobierno de Winnipeg a una población esquimal una vez cada 6 meses. Lo llevaban en un jet del gobierno con todo el equipo necesario (VIP) Creo que Fernando (excelente nombre) apreció cuidar de la salud de los grupos más desvalidos, También sucumbió a los chascarros del "PUTAMEN" tanto en la Escuela como en los largos años de nuestras reuniones. Lo eché de menos en nuestra Reunión de los 50, y a lo mejor Ricardo Madrid pudo mandarle un ejemplar de nuestro pasquín cuando supo que no venía. Figuraba Fernando destacado y joven en ese ejemplar dedicado a su "afición popular" de Yatista y el profesional más conocedor de vaginas en el mundo> Espero Fernando donde quiera que estés, no abandones tu encanto y buen humor. LFV

Nota: Creo que el negro de Química que a Fernando aterrorizaba en el Nacional se llamaba Augusto Santander,también nuestro terror en Química del Grange School!! A pesar que me nombró "jefe de clase en su laboratorio" me castigaba a mi si en los tests alguien eran deficiente. Siempre me decía que debía tener " mano blanda en guante de hierro!!!" Ja Ja Lucho

Pablo Sanhueza Luco:


Pequeña contribución a la memoria de Fernando Guijón.

                                                                                              El mejor modo de poseer es amar.
                                                                                                                                              El peor modo de amar es poseer.
                                                                                                                                                                                 José Saramago

La muerte de Fernando me ha causado mucha pena, una pena que no se aminora con el paso de los días. La siento tanto ahora como aquel día en que Alicia Tellez me dio la noticia. En esa ocasión sentí sorpresa y congoja, además de la pena. Aquellas han mermado, pero no ésta. Al constatar tal hecho y haber conversado hoy con Felipe Cabello, decidí que sí, que era apropiado compartir mis sentimientos con ustedes y, de paso, contarles un poco sobre mi visión de quien era Fernando.

En el pesar que siento hay un elemento de perplejidad: no puedo imaginar a Fernando muerto. Alguien que acarreaba consigo tanta vida, tanta vitalidad, tanta alegría por el mero hecho de ser, no puede ir y morirse, como dicen en nuestro país. Instintivamente me escabullo de la idea de que algo que se puede decir en una frase – se murió Fernando Guijón – pueda ser cierto. La pena, que por momentos hace que se me apriete la garganta, es una de nuestras emociones básicas cuya función evolutiva es hacernos conscientes de una pérdida importante, real o percibida. Si la pienso en términos objetivos, materiales, a Fernando lo perdí hace mucho tiempo ya que no nos habíamos visto en por lo menos diez años. Pero por ser él quien era, su presencia se había tornado para mi en algo atemporal, disociado también del espacio que nos separaba, en la medida nuestra relación estaba basada en el cariño y el afecto, mas que en la amistad o la relación profesional. Felizmente los sentimientos se rebelan al rigor de la cronología y así nos alegramos tanto por un recuerdo reciente como por uno que data de nuestra infancia. Del mismo modo, los miedos que nos puedan atormentar hoy por hoy son una réplica de aquellos miedos terribles que vivíamos cuando éramos niños. Así es como mi relación con Fernando se tornó en la acción y efecto de la alegría y entusiasmo con que vivimos o recordábamos todo aquello que habíamos compartido y seguíamos compartiendo.

Felizmente, compartimos muchas y diversas experiencias y realidades, con una constante que era nuestra postura humanista, mas fuerte que la visión científica del mundo que tuvimos que aprender para hacer nuestro trabajo profesional medianamente bien. Pero vamos al comienzo mismo de mi relación con Fernando. Comenzó en un momento preciso, si bien fue una experiencia unidireccional, en el sentido que yo lo vi a él pero él no se percató de mi existencia. Fue en el año 1958, en los prolegómenos de la elección presidencial. Fernando, alumno del Instituto Nacional; yo, del Manuel de Salas, coincidimos en en una demostración en apoyo a Salvador Allende que comenzó en la Plaza Baquedano. Siendo muy novato en tales experiencias, miraba en torno entre distraído e intimidado. Ahí no pude dejar de notar a un tipo fornido, alegre, en mangas de camisa, que gritaba a voz en cuello, una y otra vez: Jooooota joooota, para que los que lo rodeaban corearan: Ce, ce. Por una feliz coincidencia, el año siguiente ambos entramos al Conservatorio Nacional, Fernando a estudiar clarinete, yo violoncello, pero teníamos la clase de teoría y solfeo en común, dos tardes por semana. Las afinidades surgieron desde varios frentes. Si bien estudiábamos en colegios diferentes, Ana María, hermana de Fernando, estaba en un curso después del mío en el Manuel de Salas; nuestros padres se conocían y ambos, melómanos, estaban orgullosos de que sus hijos estudiaran música. Si bien la elección presidencial se había perdido, el Movimiento Popular, como se le llamaba, seguía en la lucha (término muy en voga en esa época). El triunfo de la revolución cubana, un acontecimiento que inspiró a Fernando, a mi y a miles y miles, vino a culminar nuestro acercamiento. A los dieciséis años todas esas experiencias crearon para ambos un marco casi mágico en el que se desenvolvían nuestras vidas.

A los pocos meses fuimos admitidos a la escuela de medicina. Fernando me acogió bajo su alero con sus amigos institutanos mas otros advenedizos, entre los cuales estaban, entre otros,  el Madrid, el Abarca, el chico Villa. Por la misma época surgió nuestra amistad entrañable con Alicia Tellez, quien encantaba, como la rosa del Principito, el pequeño planeta en que vivíamos y desde donde proyectábamos nuestros ideales de un mundo justo, respetuoso del prójimo, libre de opresión, generador de cultura e internacionalista.

Aquí mi relato da un brinco, por el cual se omiten experiencias, anécdotas e historias relacionadas con nuestro pasar por la Escuela de Medicina y la forma como nos fraguó a cada uno como individuo, para aterrizar en Toronto, Canadá, donde Fernando y yo nos reencontramos. Una vez mas lo que nos condujo uno al otro fue la música: un concierto de Roberto Bravo. A partir de entonces nos veíamos cuando Fernando tenía que hacer escala en Toronto en sus viajes desde o hacia Winnipeg. A veces pasábamos un día que en mi casa, otras, unas horas en el aeropuerto esperábamos su vuelo. La maravillosa calidad humana de Fernando, su creatividad, entusiasmo y capacidad de trabajo gestaron innumerables invitaciones de parte de los nuevos amigos que hacía en distintos países. El beneficio personal que yo obtenía de esa actividad incesante de Fernando eran los encuentros en sus escalas en Toronto. En esos momentos compartíamos penas y pesares al ver cómo la historia se había desarrollado de un modo tan diferente a como lo anhelábamos cuando nos conocimos. Del mismo modo, conversábamos sobre las tribulaciones enfrentadas en el duro camino que nos había tocado recorrer como emigrantes que buscaban establecerse como profesionales en ámbitos eminentemente hostiles, donde la educación y la ética que habíamos obtenido de la Escuela de Medicina fueron determinantes para alcanzar la meta.

No quiero omitir en este recuento un hecho notable en la vida de Fernando, que fue muy importante para muchos chilenos avecindados en Winnipeg: los años en que se desempeñó como cónsul honorario de Chile en esa ciudad, donde ayudó a gran número de chilenos renovando pasaporte, gestionando trámites, ofreciendo información, a veces pagando de su bolsillo los derechos consulares. La mayoría de estos trámites tenían un elemento de urgencia porque de acuerdo a nuestra cultura, se habían dejado para última hora. Fernando me contaba aspectos anecdóticos, muchos alegres, algunos difíciles, que eran parte de su quehacer. A través de mi amigo Alfredo Hurtado, cónsul general en Toronto, me enteré del rol excepcional que tuvo Fernando, que fue reconocido a todos los niveles del aparato burocrático del ministerio de relaciones exteriores. El cariño, la admiración, la emoción y el agradecimiento con que Alfredo se refería a Fernando eran muy emocionantes. Cada uno de esos relatos eran una puntada adicional en el tejido de mi relación con Fernando desde aquel lejano día de la plaza Baquedano.

A esta altura de mi relato me doy cuenta que no es pena la que me provoca la muerte de Fernando. Es una profunda emoción evocada por su recuerdo, emoción que quiero mantener viva en mí porque de ese modo él también vive. PSL

Samuel Torregrosa


 Estimado Cesar:esta foto es del 12 de Mayo  del 2012, creo que la última vez que el gordo vino a nuestra reunión en el hotel No aparece sonriendo pero es una espontánea mirada inquisitiva que todos recordaremos. Un abrazo Samy

Patricio Gayán


Si bien en la escuela de Medicina , por la coincidencia de la letra G estábamos en grupos cercanos en los primeros años de estudio , no puedo decir que fuera amigo de Fernando  en esos años .
Sin embargo , por nuestra especialidad  de Ginecología , la vida nos brindó la oportunidad de encontrarnos en múltiples ocasiones y en diferentes países , especialmente de Latino américa , donde estábamos invitados como integrantes de mesas redondas ,  conferencistas  , profesores de curso de congreso etc. , él en representación de Canadá y yo de nuestro querido país.
En todas aquellas oportunidades conversábamos hasta altas horas de la noche haciendo recuerdos de nuestra juventud  , de lo que había pasado en Chile en la década del 70 , su triste experiencia durante el golpe militar y su alejamiento del país y pasábamos las penas compartiendo experiencias que la vida nos había deparado durante nuestro ejercicio profesional  junto a nuestras familias  y amigos.Todo ello , desde luego , acompañado con una copa de buen vino chileno.
Cuando pienso en Fernando , hay tres imágenes que se me vienen a la memoria junto a un sentimiento de sincero cariño y alegría.
La primera es en la ciudad de Mendoza , República Argentina, no recuerdo el año , estando ambos invitados al Congreso Argentino de ese año, en la comida de clausura hacia el final, aparece en el escenario  el conjunto folklórico argentino "Los Fronterizos" , con su primera voz , que le daba la característica al conjunto ,el Negro López.  Fernando no lo podía creer , pues me comentaba que él  y su señora , eran fanáticos de la música de Los Fronterizos . Parecía un niño con un juguete nuevo .Cuando terminó la presentación , Fernando , eufórico,tomó una postal del conjunto que estaba en la mesa y  le pidió al Negro López que se la firmara para llevársela de regalo a su esposa y  para que le creyera que los había visto en vivo. Reía con real felicidad.
La segunda imagen es ver a Fernando entrando a mi casa , yo en ese tiempo vivía en El Arrayán , pues lo había invitado a comer dado que él había venido a Santiago invitado por alguien a hablar sobre  el tema en el cual era un verdadero erudito  y reconocido internacionalmente : patología cervical.
Después de saludarnos , preguntó por la hija menor sobre la cual le habíamos comentado en una reunión anterior que era una estudiosa de la vida de las ballenas y estaba , en aquel tiempo , pensando en dedicar la vida al  noble fin de la preservación de estos mamíferos. De aquella conversación ya había pasado un tiempo y sin embargo Fernando aún la recordaba y le traía de regalo una figura de una ballena traída de Canadá . Gesto de verdadero afecto y de un real amigo.
La tercera , es viajando en un ferry entre Dinamarca y el sur de Suecia , Malmö. Estábamos en Copenhague con motivo de un Congreso Mundial de la especialidad  y en la que Chile postulaba a ser sede de un Congreso Mundial  para comienzos del siglo XXl , sueño que no alcanzó a ver hecho realidad de mi querido Maestro , el Profesor Luis Tisné Brousse . Afortunadamente nuestra oferta ganó ese privilegio con la votación de los delegados de todos los países del mundo, lo cual era , de suyo, muy difícil pues competíamos contra Rio de Janeiro y Acapulco , dos ciudades internacionalmente muy conocidas. 
Un día que teníamos libre , nos fuimos con Fernando y mi señora a conocer Malmó  ( foto adjunta) y disfrutamos enormemente ese viaje . Fernando  disfrutaba plenamente de las cosas sencillas de la vida y era como un adolescente maravillándose con todo lo nuevo que veía. En aquella oportunidad conversamos sobre la posibilidad de volver a Chile después de su jubilación , lo cual veía poco probable ya que su familia había crecido en Canadá y todo su mundo estaba allá. De todos modos me hizo prometer que si volvía al  país  yo le diera algunas horas en el Servicio que yo dirigía , pues lo que más le gustaba era el servicio público. Gran y leal amigo , manteníamos un contacto  no muy frecuente , pero amistoso hasta que me acogí a jubilación. De ahí en adelante tuvimos escaso contacto  desgraciadamente , la última de ellas fue para felicitarme cuando fui nombrado Maestro de la Gineco-Obstetricia Latinoamericana el año 2011 y me comentó que estaba próximo a jubilar o que había jubilado recién.  

Fernando es de esos hombres buenos que nadie olvida con facilidad y su espíritu sigue viviendo entre nosotros hasta que nos juntemos nuevamente , quizás donde, a seguir conversando nuestra amistad. PGB

15 agosto 2018

Fernando Guijon Blanco

Esta es la última foto que le tomé a nuestro amigo y compañero, cuya bonhomía y alegría extrañaremos con tristeza. 
César Vera


01 abril 2018

Genealogia de las ideas del profesor Neghme sobre Salud Pública y Medicina Social por Felipe Cabello






A la Memoria del Prof Amador Neghme. Por Felipe Cabello



Discurso de 50 años de Titulación: Juan Suarez Molina

Apreciados colegas, familiares, amigos .

Gracias Dr . Eurolo por conferirme el honor de decir algunas palabras en representación de los colegas que hoy reciben este homenaje.

Al cumplir 50 años como médicos nos corresponde dar las gracias al mismo tiempo que nos asaltan muchos recuerdos .

En primer lugar las gracias

Gracias a nuestros padres que nos criaron y apoyaron; 
gracias a la Universidades que nos permitieron estudiar casi gratuitamente; 
gracias al Colegio Médico que nos cobija , orienta y ejerce importantes acciones en favor de la Salud en Chile y de la dignidad de todos los médicos. 
Gracias al Colegio Médico por instituir el Fondo de Solidaridad Gremial y el FALMED .

 Gracias a los pacientes, que nos honran con su confianza y aprecio .

 Gracias a nuestras señoras e hijos por su comprensión e inmenso apoyo; muy poco o nada seríamos sin ellos .

 Los recuerdos.

 En esta ocasión son ineludibles algunos recuerdos, con inefables nostalgias .

 En el año 1967 nuestro primer y grato afán fue registrarnos en el Colegio para ejercer nuestra profesión ; requisito lamentablemente, hoy extinguido .

 Los recursos humanos para la Salud pública estaban bien asegurados en esos tiempos con el sistema de Médicos Generales de Zona y Becados. 
Infortunadamente estos sistemas se han desdibujado. 
La medicina  privada tenía bastante poco desarrollo, lo que cambió después del golpe cívico-militar que estimuló con fuerza y éxito su desarrollo, al mismo tiempo que por desgracia estrangulaba sin piedad la medicina pública.

Toda institución tiene sus sombras  y durante el período 70-73 el Colegio escribió páginas muy negras .Las huelgas médicas son inmorales y forzar a los médicos a plegarse: aun peor

Hemos asistido a un asombroso desarrollo tecnológico de la Medicina, lo que ha permitido precisiones diagnósticas y espectaculares terapias que nadie imaginaba.

Sin embargo, un tanto embrujados por la tecnología, hemos perdido la cercanía humana , y ganado por ello la desconfianza , el descrédito y el reproche de muchos pacientes .

Para finalizar deseo recordar lo que sintetizaba el Profesor Esteban Parrochia como la Buena práctica médica, en forma tan simple como acertada . 
Algo simple de comprender,  pero no fácil de llevar a la práctica sin un esfuerzo correcto .

Él enseñaba lo que son y siempre serán : las 3 E.

La primera E :  Escuchar  al paciente y sus familiares .
La segunda E :  Examinar al paciente , y
La tercera  E  :  Explicar .

Por último, en representación de los médicos homenajeados hoy día , les agradezco su gentil atención y presencia .
 He dicho

 Dr . Juan Eugenio Suárez Molina
 RCM 6426


03 marzo 2018

Discurso de 50 Años de Titulación: César Vera Medrano

Colegio Médico de Chile
Santiago, 3 de Diciembre de 2017
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Damas presentes, familia, queridos condiscípulos, colegas, amigos :

Es curioso como nuestra titulación como médicos, el año 1967, nos parece hoy tan cercana, vívida, próxima, cuando es el caso que ya ha transcurrido medio siglo de ella y muchos ya hemos empezado a colgar nuestros estetoscopios en los percheros del recuerdo. 

Me siento muy honrado por que me hayan elegido para representar a los compañeros de la Generación ‘67 en esta significativa reunión, siendo solo un médico de provincia y habiendo tantos ilustres colegas, maestros, profesores, altas autoridades del estado, entre nosotros. 

En primer lugar debo expresar mi profundo sentimiento de gratitud hacia Dios por permitirnos estar presentes hoy y poder celebrar estos cincuenta años de médicos. 

Quienes nos formaron y fueron dejando su impronta indeleble en nuestras vidas y en nuestro actuar médico, merecen ser mencionados este día, Pensé en mencionar a algunos de estos maestros, pero, a poco andar, la mente se me llenó de nombres importantes y consideré injusto nominar a unos pocos cuando fueron tantos los que influyeron en nosotros. Recordémoslos y agradezcámosles internamente en este instante. 

Los compañeros de la Generacion 1967 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, constituimos un grupo muy especial puesto que nos hemos mantenido bastante cercanos en estos años, reuniéndonos anualmente alrededor del 10 de Mayo a compartir y a celebrar cada nuevo año de profesión. Este logro ha sido posible gracias al incansable trabajo de algunos compañeros emblemáticos, quienes desde los años de Escuela han mantenido firmes nuestros lazos y a quienes le expreso mi sincero reconocimiento. 

  • En primer lugar al alumno delegado de curso, nuestro eterno representante ante profesores y autoridades, gran organizador de todos  nuestros encuentros, alumno Miguel Gasic Brzovic
  • Al alumno archivero y arqueólogo, quien ha descubierto la ubicación de todos nosotros, y está atento a cada traspié de nuestra salud, alumno Alfredo Alarcón Opazo
  • Al alumno dibujante y caricaturista eximio, editor del pasquín humorístico “El Putamen”, quien desde tercer año de la carrera nos ha columpiado en sus ediciones, que hasta ahora publica, el alumno Luis Fernando Vera Sobrino,
  • A la incansable tesorera del curso, estrecha colaboradora de Miguel, la alumna Guillermina Stekel Grumberg
  • Al “núcleo duro”, el grupo de compañeros que año tras año, sin falta, con gran entusiasmo, ha concurrido a las celebraciones de la generación 67, algunos de ellos, viajando desde Europa o Norteamérica, para compartir estos inolvidables momentos de fraternidad.

Para todos ellos mi sincero y fraterno reconocimiento.

Durante mi ejercicio profesional fui adquiriendo responsabilidades personales, morales y profesionales, que  no imaginaba cuando me recibí y siempre lo hice buscando la realización de sueños relacionados con ejercer una mejor medicina.

Parece que llevo en mi naturaleza lo de soñar y hacer proyectos, pues sigo en lo mismo, y, más aún, en un momento más, les propondré a ustedes, participar en una de estas ideas.

Al igual que cada uno de ustedes, en estos 50 años de ejercicio de la Medicina,  he tenido el privilegio de hacer lo que más me gusta hacer y lo intenté hacer de la mejor forma posible, que es como yo entiendo los intentos.

Después de estos cincuenta años de profesión, me he planteado  ¿que consejo tengo para un médico que inicia su carrera? y he concluido lo siguiente:

Que no olvide que el médico es un anarquista espiritual, como lo es todo hombre en el fondo de su alma, que se siente descontento y que no está conforme con lo que “medio vale la pena”. Que el médico es un rebelde que jamás debe dejar de serlo, que debe criticar y criticarse y que debe actuar consecuentemente.

Que el médico dede luchar por llegar a ser libre, libre de todo lo que sea inútil y falso, pese a que esté profundamente arraigado en la fábula del hombre. Pero esta esperanza de libertad, esta necesidad de ella, no significa ni por un momento que el hombre haya de caer en la locura. Todo lo contrario, puesto que la libertad, la real libertad, la verdadera libertad, conduce paso a paso la vida del hombre al orden, a la belleza, a la gracia y al significado.

Que el médico debe ser inteligente, lo cual significa intentar llegar al interior de la historia del hombre. Esto, sin embargo, muchas veces no es bien recibido. Para que lo sea, debe uno aproximarse provisto de humor, que es la forma como la corrección ha llegado siempre. Uno no puede aplicar un feo nombre a menos que se sonría al hacerlo. Es necesario decir el nombre adecuado, pero no sonreír al mismo tiempo representa un golpe sin la menor utilidad, ya que sin humor no hay esperanza, y el hombre necesita de la esperanza lo mismo que necesita de la tierra para pisar sobre ella.

Con los años he percibido que actuando solemnemente es posible influir más efectivamente en los demás. Sin embargo, nunca me he sentido solemne, o por lo menos rebosante de dignidad pues me parece que ello solo es una sombra arrancada de la pomposidad.

Algunos médicos son naturalmente solemnes, llenos de dignidad, de boato o pomposos, pero esto no significa que sean naturalmente grandes o, cuando menos, efectivos. Lo que sucede es que no existe una misteriosa relación entre solemnidad y gran medicina. Algunos grandes médicos poseen una gran solemnidad; sin embargo, la mayoría de los grandes médicos que he conocido, muchos de los cuales están sentados en este auditorium, no cuentan con ninguna. 

Ellos/ustedes tienen algo más: lo que tienen es una obsesión por conseguir la probable verdad sobre el ser humano y su naturaleza, una obsesión por llegar, no solo con la ciencia, sino que integralmente como humanistas, al corazón del verdadero ser. 

De allí que siempre he considerado que ejercer la Medicina en provincia no es un obstáculo para intentar llegar a ser un gran médico. Quizás hasta puede ser una ventaja.

Un antiguo docente, nos advirtió en nuestros últimos años de carrera, que nos cuidásemos del ivorysmo, término acuñado por él, en referencia al cínico, ambicioso  y perverso Dr.Ivory, personaje del libro La Ciudadela de Archibald Cronin (1937), carcomido por su interés por el dinero. 

El interés por el dinero, por sobre la conducta ética,  habitualmente se disfraza con ropajes que lo hacen aparecer mas digno. Quienes quieren disimular su amor por el dinero se escandalizan al mencionarlo y están siempre prestos de acusar al resto de sus colegas de tales intereses.

Como hijo de un médico de provincia, a quien acompañé muchas veces, de niño, en sus rondas por la pampa salitrera, llevando salud y esperanza a los obreros y a sus familias, no fue el interés por el dinero lo que me impuso a estudiar Medicina.
En el sesenta y siete el ivorysmo era poco frecuente, en el 2017 creo que es una epidemia. 

Me gustaría transmitir esa advertencia a algún médico joven, para que nunca vea empañadas sus decisiones ante el paciente por el interés hacia el dinero.

La conocida trayectoria médica y académica de cada uno de los compañeros de esta generación 67, nos demuestra que tampoco lo fue para ustedes.

He sido, hemos sido, médicos durante cincuenta a∂os y tengo la esperanza de que lo sigamos  siendo por muchos años mas, con la mejor salud, la única salud que vale la pena esgrimir: la viva, creadora, vulnerable, valerosa, impávida y arrogante salud de un hombre libre. 

Me siento orgulloso de mis cincuenta años de médico y comparto con ustedes ese sentimiento, pues creo que también se sienten orgullosos de serlo y conservan incólumes el idealismo y la vocación del primer día.

Aunque no es el momento de mencionar galardones obtenidos, no puedo dejar de mencionar los tres premios más importantes que he recibido: mis tres hijos, quiene han iluminado estos años de profesión, Claudio (colega), Lia y Cecilia, quienes me acompañan hoy en este homenaje.

Celebrar hoy el comienzo de mi vida médica, junto a mis hijos y mis queridos amigos, colegas y condiscípulos, es volver a constatar esa fuerza en la vida de mi tiempo, representada por el voto de mi ser anónimo, para vivir creando, para vivir honorablemente, para no hacer daño a nadie en lo posible, para gozar del fin, para creer, para esperar, para trabajar y para hacer todo eso con humor.
Para decir si y para decir no.
Para amar.

Y, especialmente, para expresar cada día, mi profundo sentimiento de gratitud hacia Dios por cada instante de mi vida y de vuestras vidas!.



Antes de terminar quiero invitarlos a participar de un proyecto que tengo en mente y que les anuncié al comienzo.. 

Quiero ocupar en algo positivo y trascendente el tiempo que me queda de vida, de lucidez y de fuerza ayudando en el combate contra la esclavitud.

Como puede parecerles que me chalé hablando de esclavitud en el siglo 21, abolida en Chile en 1823, les daré unos pocos datos duros:

  1. En el mundo actualmente hay más esclavos que en toda la historia de la humanidad
  2. En el mundo hay unos 21 millones de víctimas de trabajos forzosos, de las cuales 11,5 millones son mujeres y niñas y 9,5 millones son hombres y niños (1)
  3. Someter personas a la esclavitud es el crimen organizado de más rápido crecimiento del mundo. Existen informes de que algunos grupos de traficantes se están pasando desde el tráfico de drogas al tráfico de personas porque buscan mayores ingresos con menos riesgo (Oficina de Drogas y Crimen de la ONU).
  4. Los trabajos forzosos generan beneficios ilegales por valor de 150.000 millones de dólares al año. De este total, 99.000 millones provienen de la explotación sexual (3)
  5. Los esclavistas actuales, es decir, los que someten a otras personas a trabajos forzosos, suelen ganar de media 4.000 dólares por cada persona explotada, según las estimaciones de la campaña Not for Sale (4).
  6. La explotación sexual genera unos 21.800 dólares de media para los traficantes por cada víctima. Estas, por su parte, suelen ser víctimas de todo tipo de amenazas para obligarlas a seguir trabajando y en muchos casos también sufren abusos físicos. Algunas además, se ven encadenadas a esta situación por la deuda contraída para poder escapar de sus países con la promesa de un futuro mejor en otros.
  7. En el caso de la explotación de menores, el negocio es mucho más lucrativo para aquellos que lo practican, ya que generaría unos ingresos de unos 30.000 dólares por víctima.
  8. Los traficantes se mueven por lugares donde ha habido desastres naturales buscando huérfanos a quien secuestrar. También llegan a falsos acuerdos con sus padres (en algunos países los padres pueden vender a sus hijos por 30 euros.
  9. Los chilenos creen que esto no sucede en Chile.

Que podemos hacer nosotros?

  1. Organizarnos (ONG)
  2. Asociarnos a los grupos activos (5). 
  3. Realizar tareas
    1. CONCIENCIACION:  La sociedad debe saber que este es un tema real y es más cercano de lo que nos pensamos.  La sociedad debe entender que comprar o vender personas es inmoral.
    2. CAMPAÑAS DE DENUNCIA: Campañas de denuncia y presión 
    3. PREVENCION: Advertir del peligro a las niñas y a sus familias y ofreciendo estrategias para detectar el engaño.
    4. PROPUESTAS: Realizar propuestas de políticas públicas y para la elaboración de leyes que sean eficaces para combatir la trata de personas
    5. APOYAR EL COMERCIO JUSTO: Incentivación de un comercio más justo para tratar de evitar les situaciones de esclavitud que hay en muchas plantaciones o en procesos productivos.

Quienes se interesen en recibir mas información para sumarse a este proyecto los invito a enviarme un correo a esclavitud.chile@gmail.com

Generación del 67, una vez más gracias por permitirme el honor de estar con ustedes agradeciendo este homenaje del Colegio Médico de Chile, y, además de darme la oportunidad de invitarlos a este proyecto, que en su simbolismo mayor, nos dice que todavía podemos hacer cosas importantes en nuestras vidas, donde nos sintamos sirviendo a los principios esenciales de la existencia digna.

César Vera Medrano

Diciembre 2017

Notas

(1) Según datos de la OIT. Otros organismos ofrecen unas cifras aún más elevadas. Así, la ONG estadounidense End Slavery Now habla de 29,8 millones de personas afectadas por algún tipo de trabajo forzado y por la explotación sexual, mientras que el Índice Global de Esclavitud que elabora la Walk Free Foundation habla de 35,8 millones de personas.

(2)  Del total recogido por la OIT, casi 19 millones son víctimas de explotación por parte de personas particulares o empresas.  Los dos millones restantes son explotados por los estados o por grupos rebeldes. 
De 600.000 a 800.000 personas son traficadas en el mundo al año (hay informes que elevan la cifra a 4.000.000). Aproximadamente un 80% son mujeres y niñas, y hasta un 50% son menores (Informe del Departamento de Estado de EEUU sobre Trata de Personas 2005). 
La mayoría de las víctimas son mujeres inmigrantes, de entre 18 y 25 años. 
Los niños suponen la mitad de las personas traficadas, aproximadamente 1,2 millones cada año (Hoja Informativa sobre el Tráfico de Niños de UNICEF en el Reino Unido, Enero de 2003).

(3) 34.000 millones de la construcción, la industria, la minería y los servicios; 9.000 millones de la agricultura y la pesca; y 8.000 millones, ahorrados por hogares privados 

(4)  Los traficantes actúan engañando a las víctimas con permisos de trabajo falsos, reteniéndoles los pasaportes para que están indocumentadas si escapan y amenazando a sus familias.

(5) Por ejemplo: 
A "Esclavitud XXI" quien actúa a nivel estatal español y pertenece a la Xarxa Catalana Sobre la Trata de Persones, 
A la coalición internacional "STOP THE TRAFFIK"  
A la "European Freedom Network".