NOSTALGIAS
Ya no se oye pasar por la calle
a la zampoña del afilador de cuchillos,
ni el frutero en su carretón anunciando
dulces membrillos.
Tampoco pasa el organillero con sus
polkas y valses rancheros,
con el mono saltando arriba ofreciendo
futuros fuleros.
Ya no se escucha en las tardes la flauta del heladero,
voceando canela al agua, cremas y
vainilla al huevo.
El verdulero ya no trae sabrosos tomates ni berros,
lechugas costinas inmensas ni rojas tunas de los cerros.
El lechero ya no deja sus botellas de fragante leche
que de mañana se ordeña
no hay mantequilla de la buena,
y de quesillos frescos, no se aprecia ni la seña.
Se la perdido en la lontananza del tiempo,
las voces de los ambulantes
que traían a nuestras casas entretenciones y frescos productos
con pitos y voces cantantes.
Luis F Vera
Octubre 2015